Los niños y niñas de la Comarca del Maestrazgo tendrán la oportunidad de descubrir música tocada con instrumentos sostenibles. Se trata de la última propuesta creada por el grupo Mosicaires, un proyecto llamado 'RqR: músicas sostenibles' con el que se trabaja la educación ambiental mediante la música. Una reivindicación medioambiental a través de la música, que pone el foco en el patrimonio natural y su divulgación para las generaciones más jóvenes del territorio maestracense.
Entre el miércoles 19 y el sábado 22 de octubre, el grupo musical visitará varios pueblos de la Comarca para reunirse con los alumnos de los colegios. Así las cosas, este proyecto tendrá como beneficiarios a los estudiantes del CPEPA Hermanas Catalán de Ocón, de La Iglesuela del Cid, a los alumnos del CRA Alto Maestrazgo, que agrupa alumnado de Cantavieja, La Iglesuela del Cid, Fortanete y Villarluengo, y a otras escuelas de varios CRA (Colegios Rurales Agrupados) que disponen de aulas en las localidades de Villarroya de los Pinares, Allepuz, Cuevas de Cañart, Molinos, Castellote y Bordón, de tal forma que todas las escuelas de la comarca podrán disfrutar de este proyecto con un marcado carácter didáctico y divulgativo.
En cuanto a la programación, el miércoles por la mañana visitarán Fortanete, Villarroya de los Pinares, Villarluengo y La Iglesuela del Cid. El jueves harán lo propio en Cantavieja y el viernes en Castellote. Todos los alumnos y las alumnas de la comarca disfrutarán de esta actividad con un marcado carácter divulgativo y de enseñanza.
El desarrollo de las actividades será posible gracias a la subvención para la sensibilización, educación ambiental y cambio climático para las entidades locales, otorgada por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, y al apoyo de la Comarca del Maestrazgo.
- 'RqR: músicas sostenibles'
Para el proyecto 'RqR: músicas sostenibles' el grupo aragonés Mosicaires vuelve a inspirarse en una tierra imaginaria a la que llamaron Iberia Impura, la cual continúa aportándoles elementos con los que trazar nuevos proyectos de calado, diseñando nuevas herramientas divulgativas y, sobre todo, plantear nuevas hipótesis, nuevas herramientas y líneas de trabajo en las que confluyen ideas musicales, creativas, sostenibles y multidisciplinares.
Un proyecto que recoge su importante apuesta por reconectar con la naturaleza para unas generaciones que, incluso en el medio rural, viven un poco de espaldas a la misma. Para el diseño de este proyecto, Mosicaires dicen partir de una hipótesis: “nos hemos dado cuenta de que gran parte de los seres humanos hace ya algún tiempo que dejaron de escuchar hablar a la naturaleza, y creemos que quizá sea ese el origen de los problemas ambientales que azotan el planeta. Si consiguiéramos volver a escucharla… ¿qué pasaría? ¿estaría esta sociedad a tiempo de re_conectar con la naturaleza?”.
Desde esa hipótesis desarrollan un viaje musical que lleva a “lugares en los que jamás has estado, o a épocas en las que no hemos vivido”. Un viaje que configura un entramado en el que aparecen sonidos de la naturaleza imitados por artilugios de todo tipo “tal como las personas de todo el planeta han hecho desde tiempos inmemoriales”, sonidos que viajan al espectáculo desde la memoria social reciente para dignificar la sabiduría de los oficios tradicionales o de las abuelas y la tradición, y otros sonidos creados a partir del reciclaje y reutilización de todo tipo de elementos para “facilitar cauces para reconectar con la naturaleza, para la sensibilización ambiental y, de paso, para reclamar un mundo más verde y más justo”.
Desde su formación en el año 2014, Mosicaires ha editado hasta la fecha tres trabajos discográficos y un cuento-CD, y acostumbra a desarrollar proyectos transversales en los que trabajan a la vez tanto elementos musicales, como aspectos didácticos o de reivindicación lingüística, social y, como en este nuevo proyecto, de carácter medioambiental. “Cada uno de nuestros proyectos y espectáculos pretendemos que tengan potentes elementos motivadores que vertebren su desarrollo y que se conviertan, a su vez, en una especie de moraleja. Invitamos incluso en este nuevo espectáculo a nuestro público a cambiar el mundo, citando al escritor uruguayo Eduardo Galeano: mucha gente pequeña, en lugares pequeños y haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”.